Resumen Ejecutivo
La actual crisis de migrantes y refugiados venezolanos es, sin duda, una crisis sin precedentes en la región. El año 2018 culminó con al menos de 3.4 millones de venezolanos, aproximadamente más del 10% de la población de Venezuela, que han huido a diferentes destinos en Latinoamérica y el Caribe. Estos venezolanos se han ido de una Venezuela plagada de graves problemas que incluyen la escasez de alimentos y medicinas, hiperinflación, violencia generalizada, existencia o percepción de control social, e inclusive violaciones masivas de derechos humanos, y crímenes de lesa humanidad.
Los migrantes y refugiados venezolanos se encuentran mayoritariamente en Colombia (1.2 millones), Perú (700 mil), Chile (265.8 mil), Ecuador (250 mil), Argentina (130 mil)y Brasil (100 mil),entre otros países de la región. En términos porcentuales, los venezolanos han llegado a ser una parte relativa importante de las poblaciones en varios países del Caribe: en el caso de Curazao se registran 26 mil venezolanos que representan el 15% de la población total de esa isla, mientras que en Aruba se contabilizaron 16 mil venezolanos, equivalente al 10% de la población total. Los altos flujos de migrantes y refugiados venezolanos –que según los datos del año 2018 corresponden aproximadamente a 5 mil personas por día, o unas 200 personas por hora— lo hacen en condiciones de alta vulnerabilidad. Muchos migrantes y refugiados huyen en condiciones de desnutrición e inclusive portando enfermedades anteriormente erradicadas como tuberculosis, difteria y malaria, entre otras, que ya habían sido erradicas de Venezuela y de la región. Las vulnerabilidades que presentan muchos de estos migrantes y refugiados venezolanos, de todas las edades, han sido respondidas en gran medida por autoridades nacionales y locales en los países receptores. Colombia, por ejemplo, ha provisto cerca de 600 mil dosis de vacunas solamente durante el 2018, según datos oficiales del Ministerio de Salud. Adicionalmente, en ese mismo periodo de tiempo, más de 115.000 venezolanos recibieron atención médica de urgencia. Los venezolanos también emigran en precarias condiciones económicas. Reportes independientes aseguran que más del 40%, según la Organización de Naciones Unidas, al menos 1.3 millones de migrantes y refugiados venezolanos sufren de problemas de nutrición.El fenómeno de “los caminantes”—venezolanos que deciden caminar por miles de kilómetros a través del continente para llegar a otro país— sugiere la desesperación que existe por huir y, al mismo tiempo, la alta vulnerabilidad económica que impide que hagan su trayecto usando vías de transporte convencionales cuyos costos están fuera del alcance de muchos.Esta crisis de migrantes y refugiados es un reto importante para la región y para todos los países miembros de la OEA. Pero no se puede dejar de destacar la receptividad que ha recibido el pueblo venezolano por parte de los gobiernos y sociedades de la región, lo cual ha sido una muestra de la prevalente hermandad latinoamericana. A pesar de dificultades que este episodio ha generado para los países receptores, este reto presenta una inmensa oportunidad de prosperidad para todos aquellos involucrados en el proceso, y en especial para las comunidades receptoras. Esto dependerá de la posibilidad de que la región continúe trabajando en conjunto para ofrecer una respuesta regional que maximice los beneficios de esta migración y, a su vez, mitigue sus posibles costos.
Este informe preliminar contiene parte del análisis llevado a cabo por el Grupo de Trabajo para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos de la Organización de Estados Americanos que tiene como objetivo final crear las bases para un acuerdo regional que brinde atención y protección a los migrantes y refugiados venezolanos en el continente americano. El informe describe algunos de los determinantes de la crisis de migrantes y refugiados que los expertos de este grupo consideran más relevantes dada la evidencia disponible, basada en análisis propios y las tres visitas del Grupo de Trabajo a Cúcuta además de evidencia recolectada de diferentes fuentes.
Nuestras principales conclusiones son que los determinantes más destacados de la migración masiva son la crisis humanitaria, la violencia generalizada y un sistema represivo que resulta en violaciones masivas de derechos humanos. Esto último es consistente con lo documentado por un panel de expertos independientes quienes concluyen, basado en pruebas suficientes, que actos a los que se ha visto sometida la población civil de Venezuela desde al menos febrero de 2014, constituyen crímenes de lesa humanidad. Estas pruebas, según los expertos independientes, satisfacen los criterios de prueba contemplados en el Artículo 53 del Estatuto de Roma.
Segundo, la magnitud y la velocidad del flujo migratorio de venezolanos tiene similitudes con otros episodios que han resultado en crisis masivas de migrantes y refugiados en el mundo, las cuales se han originado por conflictos bélicos tales como en Siria, Afganistán, Somalia y Sudan del Sur. Las características del flujo no son típicas de migraciones puramente económicas.
Tercero, los países de la región necesitan del apoyo financiero de la comunidad internacional, a mucha mayor escala de lo que se ha otorgado generosamente hasta ahora. El apoyo financiero internacional es crucial para que los gobiernos nacionales y locales en los países anfitriones tengan la capacidad de hacer las inversiones de infraestructura necesarias y de proveer los servicios requeridos a los migrantes al igual que a todos los habitantes de las comunidades receptoras, que permitan la óptima integración de los venezolanos en dichas comunidades y en los mercados laborales locales.
El resto del reporte está estructurado de la siguiente manera. La primera parte discute en detalle los determinantes que el grupo de trabajo considera son los más prominentes en explicar la migración masiva de venezolanos en los últimos años, basado en datos y evidencia analizado por el grupo mismo y por otras fuentes independientes. Seguidamente, el reporte discute las características de los flujos observados de migrantes y refugiados venezolanos y del financiamiento internacional para la atención de los migrantes y las comunidades receptoras.